13 DE MAIO DE 2010

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13 DE MAIO DE 2010: GRAZAS!!!

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26 feb 2011

El Sergas volverá a financiar decenas de fármacos excluidos del catálogo

El precio de las medicinas baja en toda España a partir de la semana que viene 

 El País

Decenas de fármacos que quedaban fuera de los financiados por el Servizo Galego de Saúde (Sergas) cuando entró en vigor el catálogo gallego de medicamentos volverán a ser sufragados con fondos públicos a partir de marzo. La semana que viene entra en vigor la nueva orden de precios del Ministerio de Sanidad, que rebaja el importe de muchos productos, con lo que entrarán dentro de los márgenes establecidos por la Xunta.

El catálogo gallego no es fijo. Establece unos principios activos de los que el Sergas solo financia los fármacos de menor precio. Y, según la ley aprobada por el Parlamento de Galicia, se puede cambiar cada bimestre. En los dos primeros meses de aplicación, la relación incluía 34 conjuntos de intercambio, lo que, con los precios vigentes hasta marzo, suponía excluir de la financiación pública 430 productos que sí eran sufragados en el resto de España. Esto cambia ahora. Aunque el catálogo seguirá manteniendo el mismo número de principios activos, el precio de las medicinas baja en todo el país y muchas de ellas estarán por debajo de ese importe mínimo, con lo que sí podrán ser sufragadas. Según los datos que manejan los farmacéuticos, el número de productos excluidos se queda en unos 170, menos de la mitad que hasta ahora.
El cambio tiene fundamentalmente dos consecuencias: una que afecta a los usuarios de la sanidad pública y otra a los números que venía exhibiendo la Consellería de Sanidade. La primera se traduce en que muchos pacientes que tuvieron que cambiar de tratamiento durante estos dos meses podrán volver a adquirir sus antiguas medicinas. La segunda es que el ahorro del Sergas será mucho menor con respecto al resto de España de lo que venía anunciando hasta ahora.
Algunos farmacéuticos se muestran muy críticos. Creen que ha sido absurdo hacer cambiar las medicinas de muchos de sus clientes, que en los casos más sensibles se han adaptado con dificultad a nuevos envases y comprimidos, para variar de nuevo en solo dos meses. Y el Sergas sabía de antemano que muchos productos excluidos del catálogo volverían a ser sufragados, ya que la orden de precios de marzo se conoce desde noviembre, según indica el Ministerio de Sanidad.
Xurxo Ferrón, un farmacéutico de Ribeira, explica que muchos de los pacientes habrán sufrido estos cambios sin que ni siquiera sea el médico el que se los advierta. Como la receta electrónica es válida durante varios meses, cuando un usuario iba a la botica a por un medicamento excluido del catálogo, era el propio farmacéutico el que le daba otro dentro del precio mínimo, "con la mejor voluntad, pero con criterios propios". Si el enfermo vuelve la semana que viene, el sistema informático admitirá otras medicinas nuevas, en muchos casos, las que estaba tomando antes de enero, cuando el catálogo entró en vigor. Y todo eso sin haber pasado por la consulta de su facultativo.
La segunda vertiente, la del ahorro, todavía no está cuantificada. La conselleira de Sanidade, Pilar Farjas, anunció a bombo y platillo la rebaja en la factura de enero. En 15 días de ese mes se ahorraron 3,9 millones gracias al catálogo. Hacía una extrapolación y aseguraba que la norma reportaría a las arcas públicas unos 90 millones anuales. Eso era contando el precio antiguo, pero con la rebaja de los medicamentos en toda España, el ahorro con respecto al resto del país será mucho menor. Este fue uno de los argumentos del ministerio para descalificar la utilidad de la norma gallega. Aun así, Farjas asegura que Galicia seguirá ahorrando un 60% más. Algunos boticarios consultados dudan de este optimismo.
A todo esto, la semana que viene es muy probable que el Tribunal Constitucional admita a trámite el recurso del Gobierno contra el catálogo, lo que invalidará la norma durante al menos cinco meses.

   

 

O Sergas presiona ás farmacias para que apliquen o catálogo

Sanidade quere estendelo antes da súa probable suspensión

La Voz de Galicia




O Sergas segue tomando posicións no seu conflito co Ministerio de Sanidade polo catálogo de xenéricos. Agora pide ás farmacias que o apliquen de xeito estrito. Desde principios de xaneiro, a Xunta só paga as receitas daqueles medicamentos incluídos nunha listaxe propia, co obxectivo de aforrar cen millóns de euros ao ano da disparada factura farmacéutica. O Goberno de España levou o asunto ao Tribunal Constitucional por suposta invasión de competencias. Pero tamén os colexios farmacéuticos recorrérono.
Por iso, esta semana a directora de Asistencia Sanitaria do Servizo Galego de Saúde, Nieves Domínguez, enviou un escrito aos presidentes dos colexios oficiais de farmacia das catro provincias galegas no que lles recorda que existe unha lei galega (a 12/2010) de racionalización do gasto farmacéutico e que o seu artigo 2 obriga a garantir «a especialidade prescrita na receita». Esa normativa di que as oficinas de farmacia «deberán respectar o catálogo priorizado de produtos farmacéuticos».
Todas as leis son de obrigado cumprimento e as farmacias coñecen ben esta, así que só se entende que o Sergas lles recorde ás farmacias que deben cumprila nun contexto. Sanidade coñece o descontento xerado no sector e quere asegurarse que aplican o catálogo. Aínda así, a carta do Sergas é moi comedida. Lonxe de asperezas, agradece a «inestimable colaboración» das boticas, a pesar de que os colexios anunciaron que recorrerían esa normativa.
Tras a comunicación, os representantes das farmacias recordáronlles aos seus asociados en correos internos que a partir do 1 de marzo «a maioría dos medicamentos excluídos a día de hoxe» do catálogo sumaranse a el. Porque nese momento entra en vigor unha orde do Ministerio de Sanidade que reduce os prezos de referencia dos fármacos.
Non é o primeiro movemento do Servizo Galego de Saúde para acelerar ao máximo o despregamento do seu catálogo de medicamentos, ante a máis que probable suspensión cautelar da súa aplicación que ditará o Tribunal Constitucional a raíz do recurso do Goberno. Recentemente, o Sergas pedía aos seus médicos que substituísen todos os tratamentos para pacientes crónicos que xa se iniciaron antes da entrada en vigor do catálogo. Con estas medidas, a Administración sanitaria pretende que o catálogo galego sexa unha realidade e que o aforro se dispare aínda a pesar de que se paralice.